miércoles, 3 de septiembre de 2008

UNA DE CAL

POR: CARLOS CALDERÓN

Los seres humanos podemos vivir privados de muchas cosas, pero no podemos vivir sin esperanza, hechos como el ocurrido el día de ayer en el que dos personas fueron rescatadas del secuestro que vivían, nos devuelve un poco de lo mucho que hemos perdido como sociedad y como individuos, aún nos deven muchísimo, pero esta vez no hay que escatimar elogios, pues este rescate le ha costado la vida a dos servidores públicos. Doble elogio para ellos que no sólo le devuelven la tranquilidad tanto a los secuestrados como a la familia de los mismos, sino que además, su sacrificio limpia un poco la muy deteriorada imagen que tenemos de los cuerpos policiacos, sacrificio del que lamentablemente se colgarán no pocos políticos.

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