POR: el chilangosapiens
¿Se pueden imaginar a inolvidables personalidades como Luis Echeverría, o López Portillo haciendo comerciales para la televisión? Me atrevo a asegurar que pocos extrañan las faraónicas ceremonias del informe presidencial, sobre todo los medios electrónicos de comunicación los cuales eran sometidos a transmitir íntegramente y sin interrupciones el mensaje que el presidente tenía que dar a la nación, lo que seguramente representaba una importante merma para los ingresos que dichos medios obtenían por la venta de espacios publicitarios. En aquel entonces eran las instituciones de gobierno las que controlaban al país, existía una autoridad que por las buenas o por las malas era respetada, situación que también muy pocos extrañan.
Aquellos tiempos de la dictadura de partido pasaron a la historia y con la llegada de los regímenes católico-panistas el siniestro sistema presidencialista que durante décadas lo controlo todo se diluyó, sin embargo esta disolución no democratizó el poder, el poder se concentró nuevamente entre unos cuántos, sólo cambió de manos, dejo de sentarse en la silla presidencial o en las curules de las cámaras de “representación popular” para posicionarse tras un micrófono y una cámara de televisión.
En otros tiempos Jacobo Zabludovzki era el vocero presidencial, hoy el presidente tiene que hacer comerciales para la televisión promoviendo su imagen y justificando los gastos que su administración realiza, síntoma evidente del deterioro y del debilitamiento que las instituciones de gobierno padecen antela falta de compromiso, capacidad e inclusive de legitimidad de los hombres y mujeres que las integran. Hoy la imagen lo es todo, y quien controla la imagen lo controla todo, el amotinamiento perpetrado por parte de quienes antaño se denominaban así mismos como soldados del gobierno, ha nulificado la autoridad de toda clase de funcionario público, la frivolidad con la que fue manejada la administración pública en el sexenio de la pareja presidencial sentó las bases del estado fallido que actualmente padecemos, ahora es el tiempo de la dictadura televisiva, la que controla a la clase política nacional construyendo y destruyendo sus imágenes públicas, sometiéndolos a sus caprichos y conveniencias, marcando la agenda nacional controlando y manipulando la información que aparece en sus noticiarios, de esta manera distorsiona la realidad y establece su propia escala de valores acorde a sus propios intereses comerciales.
Y no conformes con controlar a los políticos mexicanos se han dado a la tarea de fabricar sus propios políticos, hasta hace pocos años los cargos públicos eran ocupados por personajes que para bien o para mal habían hecho carrera en la política nacional, a partir de las recientes elecciones intermedias, las televisoras se dieron a la difícil tarea de comprar la aún más difícil conciencia del partido verde ecologista para colocar en la cámara de diputados a sus propios empleados, ¡una telebancada!, que progresistas no hemos vuelto ¿no?, pero eso no es todo, la mira ya esta puesta en el 2012 y por lo pronto un miembro del elenco de las telenovelas de la televisión, ya esta bien apuntada para llegar a ser la primera dama de nuestro país, ¿será entonces que dentro de poco podamos ver en la pantalla a Fox haciendo pronósticos astrológicos y a Marthita haciendo telenovelas? .
¡Por tu propio bien deja de ver los canales de Televisa y de Televisión Azteca y hagamos lo posible por dejar de comprar lo que estos anuncian!
¿Se pueden imaginar a inolvidables personalidades como Luis Echeverría, o López Portillo haciendo comerciales para la televisión? Me atrevo a asegurar que pocos extrañan las faraónicas ceremonias del informe presidencial, sobre todo los medios electrónicos de comunicación los cuales eran sometidos a transmitir íntegramente y sin interrupciones el mensaje que el presidente tenía que dar a la nación, lo que seguramente representaba una importante merma para los ingresos que dichos medios obtenían por la venta de espacios publicitarios. En aquel entonces eran las instituciones de gobierno las que controlaban al país, existía una autoridad que por las buenas o por las malas era respetada, situación que también muy pocos extrañan.
Aquellos tiempos de la dictadura de partido pasaron a la historia y con la llegada de los regímenes católico-panistas el siniestro sistema presidencialista que durante décadas lo controlo todo se diluyó, sin embargo esta disolución no democratizó el poder, el poder se concentró nuevamente entre unos cuántos, sólo cambió de manos, dejo de sentarse en la silla presidencial o en las curules de las cámaras de “representación popular” para posicionarse tras un micrófono y una cámara de televisión.
En otros tiempos Jacobo Zabludovzki era el vocero presidencial, hoy el presidente tiene que hacer comerciales para la televisión promoviendo su imagen y justificando los gastos que su administración realiza, síntoma evidente del deterioro y del debilitamiento que las instituciones de gobierno padecen antela falta de compromiso, capacidad e inclusive de legitimidad de los hombres y mujeres que las integran. Hoy la imagen lo es todo, y quien controla la imagen lo controla todo, el amotinamiento perpetrado por parte de quienes antaño se denominaban así mismos como soldados del gobierno, ha nulificado la autoridad de toda clase de funcionario público, la frivolidad con la que fue manejada la administración pública en el sexenio de la pareja presidencial sentó las bases del estado fallido que actualmente padecemos, ahora es el tiempo de la dictadura televisiva, la que controla a la clase política nacional construyendo y destruyendo sus imágenes públicas, sometiéndolos a sus caprichos y conveniencias, marcando la agenda nacional controlando y manipulando la información que aparece en sus noticiarios, de esta manera distorsiona la realidad y establece su propia escala de valores acorde a sus propios intereses comerciales.
Y no conformes con controlar a los políticos mexicanos se han dado a la tarea de fabricar sus propios políticos, hasta hace pocos años los cargos públicos eran ocupados por personajes que para bien o para mal habían hecho carrera en la política nacional, a partir de las recientes elecciones intermedias, las televisoras se dieron a la difícil tarea de comprar la aún más difícil conciencia del partido verde ecologista para colocar en la cámara de diputados a sus propios empleados, ¡una telebancada!, que progresistas no hemos vuelto ¿no?, pero eso no es todo, la mira ya esta puesta en el 2012 y por lo pronto un miembro del elenco de las telenovelas de la televisión, ya esta bien apuntada para llegar a ser la primera dama de nuestro país, ¿será entonces que dentro de poco podamos ver en la pantalla a Fox haciendo pronósticos astrológicos y a Marthita haciendo telenovelas? .
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