POR: el chilangosapiens
No se trata del gordo de la lotería nacional ni de los ciento cincuenta millones de pesos que se sortean, hablamos de otro gordo que gracias a sus amistades tiene puesta ya una pezuña (sin referirme a sus estado físico) dentro del banco central de México, el premio será para quien en un tiempo récord generó más pobres como en ningún otro sexenio. En menos de un año seis millones de personas más, se han sumado a las decenas de millones de pobres que ya existían, y para un país que presume de ser muy democrático resulta ofensivamente paradójico que en este mismo lapso de tiempo, las grandes corporaciones que operan en nuestro país se hayan hecho más poderosas de lo que ya eran, mérito que hoy es reconocido por el sistema que nos rige, en donde el capital privado es el que gobierna.
Y tras las capacidades demostradas durante la crisis económica presente, el gobierno capitalista de nuestro país encomendará una nueva misión al ex titular de Hacienda que además de los éxitos arriba mencionados, logró sacarle más a los que cada día les va quedando menos para que la ganacias de las grandes corporaciones sean aún mayores. Sin lugar a dudas, nuestro país se ha convertido en el paradigma del neoliberalismo, sólo aquí el capitalismo salvaje ha encontrado a los personajes que han sido capaces de llevar a la práctica en grados extremos, las teorías económicas que predican a través de sus “prestigiadísimas” universidades como Harvard o Yale.
Nuestro aludido en cuestión, no sólo es un reconocido personaje del mundo financiero (¿quién no podría reconocerlo?) sino que además ostenta la “honorable” distinción de ser un buen amigo de su presidente, caso similar ocurre con quien ahora llegará a tratar de cubrir la vacante que deja disponible el ex titular de Hacienda, un sujeto “X” del que no pocos sabemos nada de su trayectoria más que ser uno más de los que cobraba sus quincenas del erario público para combatir la pobreza, otro buen amigo de quien se dice ser “el presidente”.
El problema no es que sean amigos de quien ocupa la presidencia “haiga sido como haiga sido” el problema es que son “funcionarios públicos” que viven, y viven muy bien de los impuestos que pagamos, y que a pesar de esto, se deben a otro tipo de intereses que no son ni los tuyos ni mucho menos los míos, ¡el problema es que les importamos un carajo! .
Y si aún te resistes a creerlo, y todavía crees que soy un desquiciado, piensa esto: ¿recuerdas los embates que nuestra moneda sufrió con la especulación del dólar hace poco más de un año? , recordarás entonces que miles de millones de dólares de las reservas internacionales de nuestro país ¡volaron! en cuestión de unos cuántos días. Por aquellos días los especuladores lograron lo que ni la fuerza de la naturaleza con sus huracanes y demás fenómenos pudo lograr, la desgracia de miles de damnificados pobres nunca fue motivo suficiente para mover un solo centavo de aquellas descomunales cantidades de dinero, sin embargo el “catarrito” que le dio a nuestra economía cuando se inicio la actual crisis económica mundial, sí fue una buena razón para disponer de esos recursos que dicen ser de nuestra nación, la misma a la que pertenecemos todos los mexicanos.
El súper gabinetazo económico del presidente del empleo encabezado por el ahora ex titular de Hacienda, decía entonces que no sabía ni podía detener el desfalco de ésos recursos, los locutores estrella de los noticiarios de radio y sobre todo de televisión, te manejaron la versión de que nuestras autoridades habían sido “chamaqueadas” por parte de los grandes especuladores, la pregunta obligada entonces es: si tan “idiota” fue para manejar aquella situación ¿por qué ahora se le postula para gobernar al Banco de México?.
En este y en muchos otros casos más, no basta con ser un buen amigo “del presidente” para ocupar la dirección una secretaría; para que exista un buen especulador debe de existir un cómplice dentro del gobierno, ¿o acaso crees que Carlos Slim hizo su fortuna sólo por ser un audaz e inteligente empresario?.
Existen suficientes evidencias para pensar que no son ineptos, saben muy bien lo que están haciendo y lo están haciendo muy bien, navegan con banderita de pend..jos, hacen como que cometen muchos errores pero en realidad sólo están ejecutando los planes de sus patrocinadores.
Si tu tuvieras un negocio ¿se lo confiarías a un tarado?, ¡por supuesto que no!, así mismo piensan las grandes corporaciones que continúan invirtiendo en nuestro país, pagando campañas políticas para colocar en el gobierno a funcionarios públicos que les permitirán acrecentar sus fortunas.
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